miércoles, junio 05, 2013

El broquil

Acabo de descubrir a esta banda y me encantó. Tienen canciones muy buenas pero el concierto que vi lo cerraron con esta canción y me pareció divertidísima. A ver qué les parece...


viernes, mayo 17, 2013

Voy a ser mamá

Es la felicidad más grande que jamás he tenido y desde que supe que estoy embarazada sólo ha ido en aumento...


Ya te espero con impaciencia bebit@

miércoles, enero 09, 2013

Médicos en Alemania



Tengo mucha rabia e impotencia que no sé de qué manera sacar. Lo único que se me ocurre es compartirlo aquí para que a nadie más le suceda. Ya sé que es muuuuy largo pero así de larga es la lista de errores médicos de los que he sido objeto.  O sea, que sepan que no se pueden confiar de los médicos alemanes.  Evidentemente en todos lados se cuecen habas -he vivido en México, en Austria, en Suiza y es aquí en Alemania en donde me he encontrado con más médicos que no tienen idea de médicina. 

Ahorrar 

La política de austeridad que hay en Alemania y que otros países europeos quieren imitar -o que Alemania quiere imponer-, es una mierda! A mi me parece muy bien que se ahorre y que no se despilfarre, pero no en sanidad, no puedes ahorrar en la salud, no puedes ahorrar en estudios que dan un diagnóstico. ... en fin, ahora entenderán por qué lo digo: 

Viví 4 años en Braunschweig. En el 2009, empecé a subir de peso, ese año poco a poco y los últimos 2 años muy rápidamente. A pesar de llevar una dieta muy balanceada, y un promedio de 14 horas de ejercicio cardiovascular a la semana, continué tomando peso. Los primeros meses, se lo achaqué al cambio, a que ya no salía tan a menudo, al cambio de alimentación, a los viajes (cada que iba a Barcelona, regresaba con 4 kilos extra), etc. Comencé a dejar cosas, como la coca, el azúcar, mc roñas, etc. Algunas no las hacía con frecuencia pero otras como la coca cola sí. En fin, pasaron bastantes meses para darme cuenta que aunque no quisiera comprarme ropa nueva, es decir, tallas mas grandes "para obligarme a bajar de peso" y aunque estuviera en dietas estrictas y me matara en el gimnasio con mil sesiones de body combat, body pump, etc, no lograba bajar y por el contrario seguía subiendo de peso. 

Médico General


Cuando me di cuenta que ya no tenía ropa ni siquiera para salir a comprarme tallas más grandes decidí ir al doctor, al médico general cómo cualquiera habría hecho. Supongo que cualquiera que no es médico o que no tiene una opinión médica de antemano es lo primero que hace. Cuál es mi sorpresa? que el doctor, al decirle que no tenía malos habitos alimenticios no me creyó y por el contrario me dijo que redujera el consumo de azúcares, carbohidratos, etc. Le dije que ya lo venía haciendo desde hacía varios meses pero fue como hablarle a la pared, me repitió lo dicho y recomendó que si continuaba subiendo de peso volviera a su consulta. 

Claro que volví. Sin saber mucho -por no decir nada- del tema se me ocurrió preguntarle si no podría deberse a un mal funcionamento de la tiroides. Con cara de extrañesa y una mueca casi sonrisa -como quien ve a un ignorante- me dijo que lo dudaba. Para que me quedara más tranquila, dijo, me haría un "estudio". Llamó a la enfermera, ésta me pasó al cubículo de a un lado, me sacó sangre y me dijo que llamara la siguiente semana para saber los resultados. 

Así fue, la siguiente semana puntual, fui a su consultorio y cito textual lo que me dijo : "Die Schilddrüse ist ganz in ordnung", o sea: la tiroides está totalmente en orden. A mi me pareció muy extraño pero como no soy médico, pues como hubiera hecho cualquiera: confié en el doctor. Ahora menos entendía nada!

La Boda


Entre tanto vino mi boda. Una locura total ya que había que organizarla en 1 mes desde salón, banquete, bebidas, hoteles para los invitados, vestido, etc. La boda sería en Suiza y yo vivendo en Alemania a 900 kilómetros. No tuve tiempo de preocuparme sobre mi peso hasta que vino la hora de elegir vestido. Los que ya ha pasado por esto saben que el vestido se elige con muchos meses de antelación así que tuve muchísima fortuna de encontrarme un vestido que me quedara como hecho a medida y que yo me sintiera bien en él. En ese período pensé que bajaría de peso con el estrés que tenía y que a penas comía; pero no bajé un solo kilo!

Esto fue en verano del 2010, o sea ya llevaba un año subiendo de peso. 

La Nutrióloga


El médico general, me envió con una nutrióloga. 

La nutrióloga, una mujer muy elegante, educada y muy amable; me hizo rellenar cuestionarios. Muy agradable, todo hay que decirlo, porque fue muy paciente con mi mal alemán y me explicaba lo que no entendía con otras palabras, etc. Me disenió un régimen alimenticio muy parecido al que ya llevaba y me sugirió 20 minutos de ejercicio diario. Le expliqué que ya comía como ella decía que era conveniente y que hacía más ejercicio del que me estaba recomendando; me dijo que lo intentara de ésta manera con la  misma cara de incredulidad que el otro doctor y me envió a casa.

Al cabo de 3 meses tenía la siguiente cita. No bajé ni un gramo y por el contrario subí más. Fue a partir de estas fechas creo, que empecé a tomar peso con más velocidad.  De cualquier manera me pareció bastante raro que las citas fueran cada 3 meses. A la segunda cita le volví a plantear lo de la tiroides y me dijo que el medico general ya lo había visto.

Durante este período empecé a tener cambios de humor extremos y comenzaron las crisis de ansiedad. En mi país, las depresiones y este tipo de trastornos, son lujos, no son considerados como tales. La gente en general no los ubica como motivo de incapacidad laboral. En mi país generalmente el que no trabaja no cobra y un médico de la seguridad social no te dará una baja laboral por depresión casi nunca. Al menos cuando yo vivía en México tenía la idea –como mucho otros- de que estos trastornos no se originaban de algo fisiológico. Así es que estas crisis y los cambios de humor que tenía, las atribuí a mi frustración por estar gorda, a mi amargura al estarme privando de comer “lo que engorda”, por no trabajar y alguna que otra razón.

De los placeres más grandes que existen, comer es el que me pierde. Así todo este tiempo sin comer cosas que me engordaban me tenía muy amargada. Entonces venían momentos o incluso días en los que comía compulsivamente. A veces me decía que de nada servía lo “bien que me portaba” y me comía un pastel, o si estaba de viaje me decía que no podia desaprovechar comer lo que en casa no tenía. Y luego, me sentía muy culpable.

La Psicóloga


Después de la cuarta cita, es decir un anio después, la nutrióloga me dijo que si el médico había dicho que mi cuerpo estaba en orden y que con lo que me dejó de "tarea" no bajaba que entonces era psicológico y me mandó con una psicóloga.  

Lo primero: qué difícil es una terapia cuando no dominas totalmente el idioma de la consulta. La psicóloga me hizo preguntas sobre mi vida en general, y el primer día me diagnosticó: Estaba tomando peso como escudo, ante la situación tan adversa que estaba viviendo. 

Ok. En ese momento me sentía muy frustrada por estar tomando peso sin razón aparente, ya no me sentía atractiva y sentía que ya no le gustaba a mi pareja; por que ya llevaba un tiempo sin trabajar, que a pesar de estar ocupando mi tiempo con el curso intensivo de alemán, no me sentía productiva porque no generaba ingresos. Así que pensé que cómo no había razón fisiológica, ésta podría ser una explicación.

En ese momento me dije que una vez consciente del origen todo iba a volver a la normalidad. Así que a pesar de continuar con mi alimentación balanceada y con el ejercicio diario me relajé un poquito. Me sentía bien, contenta porque ahora sí iba a estar todo en orden.

Bah! Ya para entonces, había engordado 20 kilos. 20 kilos se dicen pronto, pero son muchos y hacen muchos estragos en el cuerpo. Por un lado, me sentía super fea. Mi autoestima estaba por los suelos. No podia ponerme tacones porque mis tobillos no aguantaban ese peso, no podia usar ropa bonita porque las tiendas en las que solía comprar no tienen tallas tan grandes, no me desnudaba en frente de mi pareja por vergüenza, etc. Por otro lado, el más importante, mi salud se estaba resintiendo a pasos agigantados. Mi espalda estaba hecha trizas, a mis piernas comenzaron a salirle venas por todos lados, retenía líquidos casi todo el tiempo y eso no me permitía caminar mucho, me faltaba el aire al subir las escaleras, mi piel se estaba llenando de estrías por doquier, etc.

El Ginecólogo 



La idea de hacer una familia ya me había surgido desde que vivo con mi marido, pero a finales de 2011 empezó a ser más fuerte. Yo quería bajar de peso antes de embarazarme pero como no veía que eso iba a suceder, decidí revisarme para asegurarme de que todo estaba en orden y entonces plantearselo a mi marido.

Mi ginecólogo es un hombre muy discreto, a penas habla. Le dije que quería asegurarme que mis órganos reproductores estaba en orden para embarazarme. Yo soy muy impaciente y le dije que ya había intentado embarazarme sin éxito para que no me enviara a casa diciendome que lo intentara un anio y si no, que me revisaba. (Eso les han dicho a varias de mis amigas). En fin, me hizo un ultrasonido un día específico dónde el ovario debe de tener un cierto tamanio. Ahí descubrió que mis ovarios no crecían lo esperado; los siguientes dos días hizo el mismo ultrasonido para asegurarse y resultó que mis períodos eran anovulatorios, es decir, no tenía ovulos para fecundar. Me dijo que bien podría deberse a una menopausia prematura -lo cual descartaba hasta no confirmar la primera posibilidad- o a que sencillamente no estaba generando óvulos. 

Comenzamos un tratamiento con un medicamento que induce la producción de óvulos, los 4 primero meses no funcionoo. El doctor me decía que no entendía por qué y que no sabia qué pasaba ni qué hacer!!! O sea, el médico no sabía qué hacer?!!!  

Mi hermana me recomendo que me hicieran un estudio hormonal, que no me querían hacer porque "no lo cubría el seguro" . Me costó bastante convencer al doctor de que me hiciera el estudio, a pesar de decirle que yo cubriría el costo. Qué resultó? Que tenia mal la tiroides!!!! 



El Ortopedista

Tenía dolores y falta de fuerza en las manos... el médico me sacó una radiografía y me dijo que tenía poliartrósis... 



Ahora en Portugal todos los especialistas a los que he ido, se quedan sorprendidos al escuchar mis historias y cuando les doy los diagnósticos y estudios que me hicieron en Alemania. Todos decidieron hacerme pruebas desde cero, desitoxicarme y comenzar tratamientos adecuados...

Me siento infinitamente mejor y mi cuerpo se recupera maravillosamente: tengo la tiroides controlada, estoy bajando de peso, me están tratando la tendonitis (artrosis) y estamos en estudios de fertilidad... 




NO vayan con médicos alemanes. Si viven en Alemania, el seguro les cubre en toda europa.