Mi primer beso

Fue en primero de secundaria.

Ya antes me había dado unos cuantos inocentes kikos con Luiggi mi noviecito de la infancia. Pero esta vez fue un beso con lengua y toda la cosa. Fue lo más asqueroso del mundo. Un wey que se llama Alfonso, yo le decía Ponchito, fue un tiempo mi súper cuate. Y me pidió que si nos dábamos unos besos para practicar para cuando tuviéramos novios jajajaja (no le perdía eh?) y que no quería verse muy pendejo para cuando besara a la vieja que le gustaba (claro está que no era yo). Y bueno, me doró la píldora cabrón. La neta supo convencerme con el rollo este de “para qué están los amigos” y que no pasa nada si al fin que es como si me ayudaras a estudiar o una de tus ventas de acordeones (ya lo explicaré en otro post). De cuates vaya! Jajaja

Pues ahí va Alejandra de alma samaritana, es decir de wey y nos fuimos al salón de teatro atrás de la dirección que no había nadie a esa hora y mocos! que me planta tremendo beso con la boca abiertota, me llenaba de baba casi hasta la nariz y la barba yajjjjj y cuando empezó a meter la lengua, me dio tremendo asco porque casi me toca la campanita y es como si te metieras el dedo, claro es un acto-reflejo y no podía más, sólo pensaba: “es por mi amigo”.

Pero cuando de verdad ya no pude más, fue cuando me quiso meter mano. Uuuuuhhhh! Cabe mencionar que yo me desarrollé desde muy chiquita y siempre fui objeto de burla en la primaria por mis boobies, pero luego en la secundaria no era objeto de burla sino de otra cosa. Me bajó el zipper de la playera del uniforme en menos de lo que canta un gallo y cuando me di cuenta de su intención, pues le dije STOP.

No hice pancho ni nada, solo le dije: “Bueno Ponchito, ya está, ya practicaste. Ahora de cuates igual, me toca practicar a mi y aprender a dar bofetadas…

” Mi primer beso fue asqueroso y en consecuencia, cuando empecé a tener novios me rehusaba a besarlos, solo daba kikos.


Nota.- no me tardé mucho en recibir mi primer beso como Dios manda. Un año después con un chileno hermoso que tenía (para mi en ese entonces) la boca más besable del mundo (aunque eso no significa que besara bien) y mis ex nunca se caracterizaron por besar bien, de hecho yo casi no besaba... pero ahora mhmhmhm mi novio, que es re besucón, besa como los Dioses, puedo pasarme horas y horas ahí hipnotizada sintiendo sus labios. Me encanta que mi novio me pegue unos besotes!!!

Conclusión: Es hasta ahora a mis 28 años que disfruto un beso en la boca (valió la pena la espera).